Las metodologías de gestión de proyectos son las herramientas que permiten a los Project Manager guiar a los miembros de su equipo a través de un proyecto desde el inicio hasta la finalización de manera efectiva y eficiente. Están diseñados para maximizar el uso de recursos y tiempo.

Si bien existen numerosas estrategias y metodologías de gestión de proyectos, todas tienen ventajas y desventajas. Cada una viene con su propio conjunto de principios y reglas, así como procesos y prácticas derivados de ellas. Un error que muchos Project Managers cometen al implementar una metodología que está actualmente de moda, es que a menudo se hace sin pensar si es adecuado para el proyecto en cuestión.

Si bien no existe una metodología incorrecta per se, algunas funcionan mejor para proyectos más pequeños, mientras otras son excelentes para abordar proyectos más grandes y complejos. Tener una comprensión integral de cada una puede ayudar a un gerente de proyecto a comprender cuál es la más adecuada. Aquí hay tres de las más populares:

3 metodologías populares de gestión de proyectos:

• Ágil (Agile)
• Cascada
• Six sigma (Seis sigma)

1. Ágil

Una de las metodologías más utilizadas y reconocidas es Ágil (Agile). Esta fue creada para el desarrollo de software como respuesta a otras metodologías más tradicionales que luchaban por responder a los cambios rápidos y constantes en la industria del software. Como tal, se utiliza mejor para proyectos que necesitan un desarrollo iterativo e incremental.

Al tener en cuenta seis resultados principales, esta metodología pone un gran énfasis en la flexibilidad, las mejoras continuas y el fomento de la colaboración del equipo para producir resultados de alta calidad. Los proyectos que más se benefician de una metodología ágil son aquellos que son altamente complejos y tienen un cierto grado de incertidumbre, ya que se benefician más del enfoque en la flexibilidad y el diseño iterativo.

La gestión ágil de proyectos también tiene algunas metodologías en sí misma, como Kanban o Scrum. Estos son más entramados que las metodologías más puras y se adaptan bien a equipos más pequeños donde un enfoque flexible es esencial para la finalización del proyecto.

2. Cascada

Esta es una metodología bien establecida, que se enfoca en un diseño lineal y secuencial, donde el progreso se mueve en una dirección. Lo principio más importante de la metodología de cascada es que solo pasas a la siguiente fase de desarrollo una vez que la fase actual se complete satisfactoriamente.

Las seis fases están claramente definidas y pasan de identificar los requisitos del sistema a finalmente terminar con un plan operativo, poniendo un gran énfasis en la documentación para que cualquier persona pueda recoger y seguir fácilmente el progreso dentro del proyecto. La metodología de cascada se aplica mejor a proyectos a gran escala con plazos fijos o proyectos que no requieren mucha flexibilidad.

3. Six Sigma

El concepto detrás de Six Sigma es identificar aspectos de un proceso que no funcionan y luego eliminarlos, mejorando así la calidad. Esta metodología se basa en métodos de gestión empírica y estadística, pero también en la experiencia de los especialistas de Six Sigma. Hay dos metodologías principales dentro de Six Sigma, una que se enfoca en mejorar los procesos existentes y otra que se enfoca en crear nuevos productos, servicios o procesos.

Esta metodología puede no ser particularmente útil para un proyecto específico, pero a menudo se usa en grandes empresas que buscan mejorar la calidad y la eficiencia en toda la empresa mediante el uso de estrategias basadas en datos.

Conclusión:

estas tres metodologías de gestión de proyectos son solo la punta del iceberg, y hay muchas otras estrategias más pequeñas (y más grandes) que se pueden considerar. Antes de embarcarse en su próximo proyecto, explore sus opciones cuidadosamente y seleccione una que maximice sus posibilidades de éxito.